Una no puede irse de vacaciones un par de días sin que al volver se encuentre con alguna sorpresa.
Vamos, que anoche al hacer el habitual repaso a las bitácoras de punto voy y me encuentro con esto.
Tras haber cotilleado la web a fondo no me queda otra que dar mi enhorabuena a Mae y Urraca por su iniciativa. ¡Me encanta!
Los patrones me han cautivado (enhorabuena también a Lía, Persones Llanes y Malglam), el diseño es muy bonito (¡el Marío!), al concurso me apunto sin falta y lo demás está genial.
Ya tengo ganas de que salga el siguiente número y de que la iniciativa vaya creciendo.
Tejedoras hispanohablantes, ¡visitad Tejemanejes!

La vuelta al mundo tejeril no resulta tan fácil como pensaba.
He puesto patas arriba mi alijo y, pese a ocupar tres cajas y una cesta y a haber de todo ahí metido, no he oído la llamada lanera. Me refiero a ese "¡téjeme!" desesperado que a veces se oye en presencia de determinados ovillos.
No, no me he vuelto loca. Aún.

Mis males no me permiten sostener ni tensar el punto mucho tiempo así que busco proyectos sencillitos para ir calentando motores. Pero tampoco tengo mucha suerte o igual me he vuelto vaga.
Como en breve empezará de verdad el buen tiempo he decidido hacerme éste shrug para tener los hombros calentitos, que últimamente ando destemplada.
Pero yo soy Liz, me encantan los chales y los calados, y entre éste y yo ha habido química.

Menos mal que Caska vendrá en breve desde Milán y, puesto que voy a enseñarle las tiendas laneras de los Madriles, tendré excusa para abastecer mi alijo sin sentirme culpable.